¿Qué
se puede hacer para seguir teniendo ese ecosistema en paz?
Estos ecosistemas no son un montón de
árboles que estorban para construir hoteles. Son zonas que protegen a las
costas de los embates de huracanes.
“Los manglares no son simplemente un
montón de árboles. Son un ecosistema a la vez simple y complejo. No pueden
crecer en cualquier sitio, sólo ahí, donde se dan ciertas condiciones
naturales. Por eso no hay manglares en el desierto, en las laderas de los
cerros ni en los pedregales volcánicos, sólo en los humedales”
Proteger y conservar los manglares es
una cuestión de seguridad nacional, pues dicho ecosistema es fundamental para
la estabilidad de la zona costera, ya que la protegen de la erosión y del
embate de los huracanes, éstos, cada vez más violentos.
Los manglares son un tipo de humedal,
una comunidad de árboles cuyas raíces pasan gran parte del año inundadas, por
lo que se les equipara con una suerte de bosque marino. Existen diferentes
especies de mangle —rojo, blanco, negro y botoncillo— y no crecen en cualquier
zona inundable, bajo ciertas condiciones de suelo, humedad y salinidad.
Los manglares son uno de los ecosistemas
más ricos sobre la Tierra, puesto que son de los pocos árboles del mundo que
tienen la capacidad para subsistir en el agua salada.
Refugios y zonas de crianza
Entre dichos servicios, citó que los
manglares actúan como sistemas naturales de purificación de agua, aportan
nutrientes a los ambientes marinos (incluidos los arrecifes de coral); son
zonas de cría, crecimiento y refugio de muchas especies de animales que forman
parte de los ecosistemas costeros y marinos.
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